Mucha gente está satisfecha con ir a la iglesia, leer el menú, dejar que alguien se lo explique y luego regresar a casa. El Dr. Tony Evans dice que esa es una receta para la desnutrición espiritual. ¿Cómo sabes que tu alma se está muriendo de hambre? Porque estás viviendo una vida insatisfecha.
Bienaventurados son los hambrientos de espíritu
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