Algunas de tus batallas son visibles para otros. En esos casos, ellos saben que te has preparado para la prueba y te observan: saben que has confiado en Dios durante el proceso. Pero, a veces, las batallas privadas que pueden llegar después son aún mayores que las visibles. Aprende a confiar en Dios en los momentos en que la tentación es privada. No te pierdas este episodio de Aviva Nuestros Corazones.
La batalla después de la batalla, Día 1
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