Pedrito había recibido de su Mamá y Papá, un fantástico barco que debía armarse primero, para después jugar con él, sus padres le dieron las instrucciones para poder armarlo. Pedrito invitó a sus amigos para armarlo y luego jugar juntos. Iniciaron siguiendo las instrucciones, pero al cabo de un rato sintieron ir muy lento, El Gato Rafi les animó hacerlo sin seguir instrucciones, pero para sorpresa de ellos todo el barco se volvió un enredo. Pedrito se dio cuenta que lo mejor era seguir las instrucciones dadas por sus padres, aunque tardaran un poco más seria la forma más segura para poder jugar con el barco.
El barco amable
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