Bienvenidos a “La Historia desde adentro”. El drama del día de hoy nos contará acerca de los roles de una mujer como hija, hermana, y profeta. “María: Líder de adoración”, está basado en Éxodo 15:20-21 en la Biblia, La Palabra de Dios. Desde que María era una niña, Dios obró a través de ella. La gente de Israel, Los Hebreos, habían permanecido como esclavos de Egipto durante cuatro siglos. Como los hijos mayores de Amram y Jocabed, María ayudaba a su madre con el cuidado de sus hermanos, Aarón y Moisés. Moisés había nacido durante el tiempo en que el Faraón Egipcio había decidido asesinar a todos los bebés hebreos varones. El Faraón temía que se incrementara el número de esclavos hebreos y ordenó su cruel ejecución para reducir sus fuerzas. La familia de María escondió a Moisés en casa por tres meses. Cuando creció y sus gritos se volvieron tan altos como para poder mantenerlo a salvo en casa, Jocabed le hizo a Moisés una cesta flotante de papiro a prueba de agua, lo colocó en esta y lo liberó entre las cañas del Rio Nilo. María estuvo vigilando desde la distancia. Cuando la hija del Faraón llegó al rio a bañarse, encontró a Moisés. Su corazón fue conmovido, así que decidió adoptarlo. Rápidamente salió María a su encuentro, En ese momento ella tenía entre 10 a 12 años de edad. María le ofreció encontrar a una mujer que alimentara al bebé lloroso y hambriento. Como resultado, la madre de Moisés le brindó su cuidado hasta que ya fue lo suficientemente mayor para ser destetado. Aunque estaba rodeado por la realeza, Moisés nunca olvidó su herencia. Cuando mató a un egipcio por maltratar a un esclavo hebreo, Moisés huyó a Madián donde vivió 40 años como pastor. María y Aarón permanecieron en Egipto. Eventualmente Dios llamo a Moisés para regresar a Egipto a guiar a su pueblo a la libertad. Después de una serie de plagas, finalmente el Faraón les dejó ir, pero después cambio de idea rápidamente. Como los hebreos estaban cerca del Mar Rojo, El ejército egipcio los perseguía. Dios milagrosamente dividió las aguas del Mar Rojo y fue así como los hebreos pudieron cruzar. Cuando el ejército egipcio comenzó a avanzar, Dios permitió que el agua regresara a su lugar, destruyéndolos a todos. Inspirada por la libertad que Dios les había dado, la profetiza María guio a la gente en adoración. Ella proclamó el Poder de Dios y Su fidelidad al preparar el camino que les seguía adelante. En una ocasión. María permitió que los celos vencieran su buen juicio; ella sufrió las consecuencias por tan mala elección. Luego, Dios la perdonó cuando ella se volvió hacia Él arrepentida. Esta historia se enfoca en Éxodo capítulo 15 en La Santa Palabra de Dios y en el rol de María como Profetiza, una mujer escogida por Dios para entregar Su mensaje. Como una mujer anciana, cercana a la muerte, María relata los eventos de su vida y la Fidelidad de Dios en cada uno de ellos.
Maria - Líder de oración
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