Bienvenido a “La historia desde adentro”. El drama de hoy nos contará acerca de la viuda de Sarepta y su “Puñado de harina y un poco de aceite”. La historia está basaba en el relato que se encuentra en los libros bíblicos de 1 de Reyes y Lucas. Acab fue el Rey más abierto a la maldad jamás conocido en Israel, El escogió a Jezabel, la hija del Rey Fenicio de Sidón, como su esposa y reinó 22 años. Jezabel fue una reina dominante y alentó la adoración a dioses falsos. Acab permitió que Jezabel y sus falsos dioses reemplazaran la adoración del único y verdadero Dios, quien había sido fiel dirigiendo a Israel a través de los años. Él construyó un altar y un templo para el falso dios Baal en la capital de Samaria. También construyó un templo sagrado para la falsa diosa Asera, consorte de Baal. Acab también permitió la practica pagana del sacrificio infantil. A causa de su idolatría, el profeta Elías pronunció juicio de Dios contra el Rey Acab y el pueblo de Israel. Elías le dijo a Acab que Dios mandaría una sequía a la tierra de Israel porque la nación estaba totalmente llena de pecado e idolatría. No tendrían ni lluvia ni Roció en años, hasta que Elías dijera lo contrario. Entonces, Dios dirigió a Elías al arroyo Querit donde bebió agua del arroyo y recibió comida de los cuervos. Cuando el arroyo se secó, Dios le dijo a Elías que una viuda en Sarepta lo alimentaria. Al llegar Elías a Sarepta, vio a la viuda juntando leña para preparar una comida final para ella y para su hijo. Lo único que tenía en su casa era un puñado de harina y un poco de aceite. Elías le pidió agua para beber. Además, le pidió que le diera pan antes de que ella y su hijo comieran. Él le aseguró a ella que el aceite y la harina la alimentaría a los tres hasta que la sequía terminara. Porque la viuda obedeció la orden de Dios por medio de Elías, los tres tuvieron suficiente comida hasta que la lluvia regresó. Durante aquel tiempo, el hijo de la viuda enfermó y murió. Pero Dios, milagrosamente, se lo restauró.
La viuda de Sarepta
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