El gran problema es que estamos en el equipo contrario de Dios y es muy fácil pasar eso por alto. La vida es difícil, entonces tenemos que lidiar con una cosa y otra, la familia, el solo hecho de tratar de llegar a fin de mes y todo lo demás. Es fácil pensar que esos son los problemas reales y que eso es todo lo que necesito resolver, pero en verdad perder de vista el gran asunto eterno: ¿Dónde estoy en relación con Dios? ¿Qué va a significar eso con respecto a toda la eternidad? Pasaje: Gálatas 1:1-23
El evangelio viene de Dios, Parte 2
Agregar a favoritos