Un ángel apareció preguntando quien era digno de romper los sellos y abrir el libro, pero no había nadie que pudiese hacerlo en el cielo ni en la tierra. Nadie podía abrir el libro, nadie era digno ni de mirarlo.
Ante el trono
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Un ángel apareció preguntando quien era digno de romper los sellos y abrir el libro, pero no había nadie que pudiese hacerlo en el cielo ni en la tierra. Nadie podía abrir el libro, nadie era digno ni de mirarlo.