Ningúna persona por astuta que sea, podrá ocultar su carácter corrupto o opuesto a Dios. La farsa, tarde o temprano se derrumba.
Cuidado con los falsos profetas, 2ª Parte
Agregar a favoritos
Ningúna persona por astuta que sea, podrá ocultar su carácter corrupto o opuesto a Dios. La farsa, tarde o temprano se derrumba.